1. Tomar apuntes a mano
Escribir con lápiz y papel requiere más tiempo pero te obliga a reflexionar sobre lo que hacés. Esa primera instancia te ayuda a pensar y visualizar la información. Tomar buenos apuntes sobre todo con lo que se da en clase, es la clave de saber que temas se tomarán seguro en la evaluación.
2. Dedicá tiempo a estudiar varias materias a la vez
Tenés que aprender a organizarte de manera que consigas aprender diferentes materias al mismo tiempo. Lo mejor que uno puede ir haciendo es altenar entre asignaturas, eso permite la retención y facilita la comprensión de lo leido. Al principio puede hacerte pensar que estudiaste menos de lo que realmente lo hiciste y te llevarás una grata sorpresa cuando te des cuenta de lo efectivo de este método.
3. Dejá pasar tiempo entre tus horas de estudio
Aprenderte todo de una vez en una sesión eterna de 9 horas seguidas no sirve. Esa información desaparecerá días u horas después del examen. Para retener lo aprendido, tenés que dejar pasar un par de horas en tus momentos de estudio para dejar reposar la información y evitar el estrés del último momento.
Dormir unos 15 min luego de estudiar 40-45 min ayuda a la retención de lo leído.
4. No leas las cosas mil veces
Es mejor dedicar menos tiempo a la lectura y más al recuerdo mental; de esta manera podrás focalizarte en la retención y lo recordarás luego. Pasar horas y horas releyendo un mismo texto no te grabará las líneas en el cerebro.
5. Enfrentate a desafíos
Estudiar siempre ejercicios sencillos y conocidos es más cómodo, pero la verdadera manera de aprender es cuando te ves obligado a resolver un problema o responder una pregunta nueva. Ahí podrás evaluar si entendiste, poner manos a la obra es la mejor forma de evaluarte. De este modo facilitarás posteriormente el aprendizaje.
Otra opción para los que pueden hacerlo, es estudiar en grupo para realizarse mutuamente preguntas y discutir lo aprendido.
“El mundo es el gran gimnasio dónde venimos hacernos fuertes.” –Swami Vivekananda